El próximo día 22 de diciembre dará comienzo, oficialmente, el invierno. Es también la estación más fría del año y en la que más vida hacemos en casa, de puertas para adentro. El gasto energético crece más que en todo el año y, a veces, esto puede producirnos más de un disgusto cuando llega la factura de la luz.

Resulta más que interesante recordar que podemos reducir el gasto sustancialmente teniendo en cuenta una serie de sencillos consejos:

– Revisa tu sistema de calefacción:. La eficiencia energética es clave para reducir el consumo y colaborar con el medio ambiente.

El uso de un acumulador de inercia, como el C40 permite disminuir los arranques y paradas de las fuentes de energéticas, contribuyendo para complementar el equipo de #climatización suponiendo  hasta un 50% de ahorro en el hogar, y reduciendo el esfuerzo sobre la caldera e incrementando la durabilidad de la misma.

– Busca la temperatura de confort: en invierno, la temperatura perfecta de confort ronda los 19-20º. Intenta no programar la temperatura de tu calefacción por encima de estos valores, cada grado representa alrededor de un 5% más de energía.

– Mantén las persianas y las cortinas abiertas durante el día y bájalas o ciérralas por la noche. La luz es calor, aprovéchate de la energía que nos da el Sol.

– Comprueba que no existen fugas en tus puertas o ventanas: a veces, son los pequeños detalles los que marcan la diferencia. Revisa si se cuela aire frío del exterior e intenta, si es posible, subsanarlo.

– No utilices los radiadores para secar la ropa: la mejor forma de secar tu ropa es dejarla al aire. Cubrir los puntos emisores de calor genera humedad y reduce significativamente la eficiencia energética.

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